DEL SPEECH DE CAMPAÑA A LA REALIDAD ECONÓMICA: LA IMPORTANCIA DE IDENTIFICAR LAS PROPUESTAS DEMAGÓGICAS.

[Román Culebro Martínez]

Este primero de junio terminan las campañas electorales para renovar las alcaldías en los 212 municipios del estado de Veracruz.

Durante un mes estuvimos expuestos a spots, mítines, recorridos por colonias y propaganda de los diferentes candidatos que nos prometieron resolver los problemas sociales y económicos que sufre el municipio.

"Prometer no empobrece", dice el refrán y es cierto.

Es fácil prometer más empleos para el municipio, más escuelas, más hospitales, más universidades, más espacios deportivos y culturales, más y mejores carreteras, más policías, etc.

¿Pero hasta dónde todas esas promesas de campaña pueden realmente cumplirse?

 En un sistema democrático se necesita no sólo que las elecciones sean limpias sino también que los ciudadanos puedan identificar las propuestas demagógicas y populistas, es decir tener claro quiénes son los candidatos que proponen muchas cosas sin sustento alguno.

 La viabilidad de las promesas de campaña está relacionada con dos aspectos de finanzas municipales que tienen que cubrir cualquiera que gane la alcaldía:

Primero: Los candidatos deben explicar claramente cuál es su propuesta respecto a la recaudación de los ingresos municipales.

¿Se hará más eficiente la recaudación del impuesto predial?

¿Se incrementará el cobro de los servicios municipales?

¿Se contraerán deudas? Si es así, ¿por qué monto y en qué tiempo se planea pagarlas?

Y segundo, los candidatos deben explicar claramente cuál es su propuesta respecto al ejercicio del gasto municipal.

¿Para qué se destinará cada peso de los ingresos municipales?

¿Cuánto será el gasto destinado a la inversión en obras públicas?

¿A cuánto ascenderá el gasto corriente por servidor público?

¿Cuál será el tamaño económico de la administración municipal?

Ningún alcalde puede solamente mediante buenas intenciones hacer que sus propuestas de campaña realmente se cumplan.

Es conveniente entonces que como votantes hagamos un esfuerzo para investigar no sólo qué proponen los candidatos, sino sobre todo cómo lo piensan lograr.

De esta forma evitaremos favorecer con nuestro voto propuestas inviables y demagógicas que sólo dejarán al municipio en peor situación que como lo encontraron.